Gisela Rodriguez Verasmendis. La situación de inseguridad, corrupción en las instituciones y falta de valores en muchos funcionarios nos mantiene alertas y temerosos ante cualquier hecho que nos ocurra y que involucre la presencia de la autoridad.
"Serán policías buenos o policías malos" es lo primero que uno piensa cuando le toca hablar con ellos. Así me paso este domingo. Después de disfrutar un fin de semana en Higuerote, viniendo a Caracas el carro se accidento en el Distribuidor Las Lapas. "Esta zona es muy insegura" fue lo primero que nos dijeron dos oficiales de la Policía de Brion que se detuvieron en su recorrido para saber lo que nos sucedía.
Mi gente es lamentable que no podamos sentirnos totalmente tranquilos y confiados al ver a cualquier funcionario policial. De inmediato nos asalta la duda y pasan miles de cosas por nuestra cabeza "Lo que quieren es plata", "que estarán buscando", etc, etc. etc. Esto debe cambiar por el bien de nuestra sociedad.
Afortunadamente los dos funcionarios policiales que nos prestaron apoyo en la autopista eran de los buenos. Fueron amables, nos facilitaron el numero de una grúa y esperaron a que esta llegara y nos marcháramos. Estoy agradecida con ellos. Así deben ser todos las personas que prestan un servicio publico y mucho mas cuando esta vinculado a la seguridad y la vida de las personas.
Es urgente trabajar desde las academias el tema de los valores, el buen trato, el respeto por los derechos humanos y paralelamente aplicar medidas para la depuración de los cuerpos policiales, de manera que Mi Gente puedan ir recuperando la confianza en los cuerpos policiales.
