miércoles, 12 de junio de 2013

Restrepo: Gente aislada por la tecnologia



“La gente se aísla, prescinde de los demás”, dijo Javier Darío Restrepo, para referirse a la paradoja que existe con la tecnología, pues aunque esta debería unir a personas o grupos, lo que estamos viendo es que más bien los aísla.
Un ejemplo muy sencillo y que a todos nos ha pasado en algún momento, ilustra la situación. En un almuerzo en el trabajo o una reunión familiar, vemos como muchos de los presentes se mantienen revisando el teléfono, viendo correos, Twitter, Facebook, etc. Su cuerpo está ahí, con los demás, pero su mente está en otro lado.
Otra de las reflexiones de Restrepo es sobre la perdida de la propiedad intelectual pues todo lo que se sube a Internet la gente lo asume como que es de todos.
Habla de una batalla constante contra el tiempo que libran quienes trabajan en web y en esta batalla una de las bajas más frecuente es la verdad.
Con Internet, dice el periodista, se aleja a pasos agigantados la posibilidad de reflexionar, pues el objetivo es actuar con rapidez.
En el mundo digital el periodista debe humanizar a través de la información. Se pregunta si la ética es la que debe adaptarse a las nuevas técnicas, o son las nuevas técnicas las que deben adaptarse a la ética. Su respuesta: la ética es cuestión de actitud y no de normas. Cualquiera sea la técnica debe prevalecer los principios éticos, la verdad, etc. Así como se trabaja con ética para los medios tradicionales, en Internet debe mantenerse.
El periodismo es una profesión para gente inteligente con compromiso con la sociedad. Ser periodista es tener el privilegio de poder cambiar algo todo los días. Y para que el periodista no pueda ser reemplazado por una cámara o un periodista ciudadano, debe hacer lo que una maquina no puede hacer: explicar por qué suceden las cosas, explicar los procesos. Ir al análisis y a la reflexión.

El maestro de la Fundación Nuevo Periodismo estuvo hoy en el Seminariode Diseño de la Información organizado por la Cadena Capriles. Excelentes ponentes y una muy buena organización. Un espacio para compartir saberes y reencontrarse con los colegas. 

domingo, 2 de junio de 2013

Uno de tantos



 El despertador corta el sueño. Ahora o nunca. Son las 5 de la mañana. El día se vislumbra fuerte…o más bien la semana. Talleres, reuniones, el foro, la rutina, los lectores y una cita médica copan la agenda…Apenas es martes. Ni hablar del lunes.
Llego temprano, los lectores de Líder me esperan. Beisbol, la temporada de básquet, evaluación de portadas…por momentos me pierdo, divago: me faltan detalles del taller de periodismo y confirmaciones del foro…regreso y seguimos con Cabrera, Limardo o cualquier otro deportista. Termina el encuentro. Hora de almorzar. Intento hacerlo rápido, pero la sobremesa me espera. No puedo rehusarme. Cedo a la tentación y me relajo en una placida conversación.
De pronto, caigo en cuenta…el odontólogo me espera antes de las 5:00pm. Daniela, mi hija, ya no puede con el dolor en la muela. Todavía tengo muchos cabos sueltos en la RU con el taller, el ministro que no termina de confirmar su asistencia al foro, el director full y no hemos podido hablar, las tareas diarias y los imprevistos de última hora. Mi adrenalina esta a millón. Intento recordar alguna frase de esas de “autoayuda”, pero nada, ninguna llega.
Avanzo. Me reúno con el director y confirmo asistencia del viceministro. Un caso menos. Reviso taller de periodismo, chequeo y delego algunos puntos. Tomarme un café resulta imposible. Me disculpo con el visitante que lo ofrece y acordamos otro momento.
Alguien se acerca y pregunta por la entrada al foro. Varios medios interesados que quieren saber sobre las acreditaciones: Es abierta, que vengan, digo y sigo en lo mío. Ya son las 4, siento que no llego. El llanto de Daniela me atormenta y decido poner fin. Tomo mi casco y me marcho, con 10 pacientes por delante. Ahora es que queda día.